jueves, 3 de octubre de 2019

La lectura

Todo buen lector entiende, comprende, deduce y extrae sus propias ideas a partir de la lectura, aunque no todas despiertan las tímidas cualidades que cautivas, esperan la liberación de la  cárcel de la  negligencia y de su guardián el pesimismo. Las referidas cualidades, tales como imaginación, atención, inteligencia, voluntad, memoria, entre otras, crecen como los niños que necesitan de buenos  padres  que  los críen  y orienten, y sus potencialidades  reflejan en la buena  educación  recibida  en  la  escuela  de  la lectura reforzada en el reino de la bibliotecas.



La lectura alimenta el intelecto.  Los libros, depósitos de cultura, contienen los  avances científicos de la humanidad, cuyos integrantes más representativos se han  encargado de imprimir en millones de páginas amarillas, que son menospreciadas por personas cuyo intelecto aún vive en la cuna de la ignorancia por falta de  “alimentación”.